
La Comunidad Autónoma de Aragón es un destino turístico totalmente distinto de los que buscan mar y playa, y, sin embargo, en verano es una de las más visitadas. Claro que el turista que llega a nuestra Comunidad busca otra clase de diversiones, como puede ser el contacto con la naturaleza, el practicar deportes extremos al aire libre, hacer un recorrido histórico por el patrimonio artístico de nuestra región, o… por supuesto, nuestra gastronomía. ¿Acaso pensabas que iba a dejarme eso en el tintero?
La gastronomía de Aragón no sólo está compuesta por nuestras recetas más tradicionales, sino también por nuestros mejores caldos: vinos tintos, blancos y rosados. Nuestros platos típicos están compuestos mayormente por caldos y verduras, carnes rojas, quesos y nuestro especial jamón de Teruel, con denominación de origen. Aunque parezca que peco de arrogante, en realidad no lo hago, porque nuestras recetas y nuestras rutas gastronómicas son famosas por su exquisitez en todo el territorio nacional, y también en el extranjero. Así que no está mal poder presumir un poco, jeje.
Como comprenderás ante este panorama, son muchos los restaurantes, hostales, mesones y bares que tiran de este recurso, así que es imposible centrarse en cada uno de estos locales. Para hacerlo más corto y no dar preferencia a uno sobre otro, he preferido enfocar este blog a las riquezas culinarias, más que a lo lugares donde encontrarlas. Y es que hay tantas cosas deliciosas que comer en mi tierra…
Y por si todo esto no fuera bastante, contamos con el atractivo de que, en estos meses de verano y principios de otoño, se celebran en la región numerosas fiestas y ferias tradicionales, así que se unen la diversión y el buen comer, una combinación irresistible. Eso no sólo atrae el turismo nacional, sino que nosotros mismos, los aragoneses, peregrinamos de un lugar a otro de nuestra región disfrutando de todas estas celebraciones, probando las recetas típicas de cada lugar y conociendo aquellas que han sido elaboradas de maneras diferentes. Yo soy uno de estos peregrinos gastronómicos, lo reconozco, así que estoy dispuesto a compartir todos estos grandes descubrimientos que gustan tanto al paladar, y que seguro que cualquier sabe apreciar.